Este museo forma parte del Monasterio de Santa Catalina construido en el año 1601, inmueble histórico declarado Patrimonio Cultural de la Nación y conserva algunas secciones de muros Inca. El museo funciona desde 1971 y cuenta con salas de exposición permanente que son espacios originales del convento que han sido convenientemente adaptados por la misma orden religiosa y curadores y grafican escenas de vida de las monjas dominicas de clausura.